Las vacunas sistemáticas (polio, difteria, sarampión, rubeola, parotidits, tosferina, tétanos) son un tesoro y logran a muy bajo coste resultados espectaculares. Sin embargo, los fundamentos filosóficos y científicos de estas vacunas que protegen a la población se están utilizando para fomentar vacunas caras de dudosa eficacia en los individuos, y que dan grandes beneficios a las industrias. De ahí el debate en la sociedad y entre profesionales y científicos acerca de las nuevas vacunas, y de las mejoras de las sistemáticas.

Equipo Cesca