El excelente blog Sala de Lectura del farmacéutico Carlos Fernández hace una entrada a propósito de un texto de la revista de evaluación de medicamentos Precrire que ha tenido la gentileza de traducir y que reproducimos
«Desde los noventa, han proliferado en Francia y en otros países las guías de práctica clínica y otras recomendaciones oficiales. Un estudio norteamericano publicado en 2012 demostró que estos documentos no son suficientemente fiables. Los autores analizaron 114 GPC seleccionadas aleatoriamente del listado aprobado por la Agency for Heathcare Research and Quality, 46 de las cuales fueron publicadas por organismos no norteamericanos.
Criterios de calidad. Los autores examinaron el cumplimiento de las guías de los 18 criterios de calidad definidos por el Institute of Medicine. Para tener credibilidad, las guías deben cumplir varios criterios de calidad. En particular, deben estar basadas en revisiones sistemáticas de la información disponible evaluada; estar escritas por un panel multidisciplinar constituido por expertos y pacientes; deben incluir a los subgrupos de pacientes importantes; estar elaboradas en base a un procedimiento explícito y transparente que limite los sesgos y los conflictos de intereses; explicar los objetivos de las diferentes opciones de tratamiento; cuantificar el nivel de evidencia y la fortaleza que avala cada recomendación y ser actualizada cuando así lo exija la publicación de nuevos datos.
Guías de calidad inadecuada. Como media, las 114 guías analizadas sólo cumplieron 8 los 18 criterios de calidad. Los defectos más graves también fueron los más comunes: los criterios utilizados para elegir los miembros de los grupos de trabajo se describieron en 1 de cada 3 guías, no se incoporó una perspectiva multidisciplinar ni se incluyeron pacientes o representantes de éstos (en 5 de cada 6 guías); se informó de los conflictos de intereses de los autores en menos de 1 de cada 2 guías y, cuando se hizo, se observó que 7 de cada 10 integrantes del panel tenían conflictos. Además, se incorporaron perspectivas divergentes en sólo en 1 de cada 20 guías. Por si fuera poco, menos de la mitad de las guías se habían actualizado en los 5 años anteriores. La metodología de recogida de la información o el nivel de evidencia no se especificó en el 23% de las guías. Las razones para llegar a sus conclusiones no se dieron en el 15% de las mismas, ni se incluyeron los efectos adversos en el 27% de las publicaciones.
Sé selectivo. Se debe adoptar una actitud rigurosa para decidir si confiar en una GPC. Tal y como están ahora mismo las cosas, las guías no pueden considerarse lo suficientemente fiables para tomar decisiones sobre atención sanitaria»
Su comentario al artículo es una llamada al espíritu crítico y al profesionalismo:
«algunos intentan caricaturizar la MBE hasta convertirla en una miserable coartada que permita justificar una cosa y la contraria. Así, da igual qué principio o práctica defendamos, porque siempre habrá una guía basada en la evidencia con la que respaldar nuestra postura. Esta interesada táctica se alimenta de lainfoxicación en la que la Red nos ha instalado y en nuestra propia indigencia metodológica, que muchas veces nos impide distinguir el blanco del negro.
Sin embargo, no hace falta ser un revisor de la Cochrane para darse cuenta que muchas de las guías que atiborran las estanterías y las mesas de las consultas son inaceptablesdesde el punto de vista metodológico, están hechas por personas con intereses -declarados o no- y su objetivo no es otro que el de dar un barniz científico a las propuestas de quienes generosamente las patrocinan. Esto es así y nosotros, notenemos la solución. Pero sí queremos que hoy, querido lector, te plantees de dóndesalen, por ejemplo, los criterios de uso adecuado de los medicamentos en los que basas tu práctica clínica diaria. ¿Utilizas en tu día a día guías de práctica clínica?¿Están elaboradas siguiendo las recomendaciones del IOM?¿Resistirían sus pilares metodológicos un análisis con la herramienta Agree? ¿Estás dispuesto a comprobarlo o prefieres mirar para otro lado?
Nos hacemos mayores el día que descubrimos que papá y mamá también se equivocan. E incluso, que no siempre dicen la verdad. De la misma forma, hay sanitarios que necesitan dar el salto cualitativo que les lleve a la madurez profesional, con la ayuda de la evaluación crítica de las evidencias y una gran dosis de escepticismo. Ésta es la verdadera esencia de la MBE. Y lo demás, ya lo hemos dicho: simples sucedáneos…»
Gracias Carlos por tu trabajo y buenas -y merecidas- vacaciones