La medicalización como parte integrante de los procesos de  privatización.

1.- Los avances científicos y tecnológicos de la medicina, al tiempo que consiguieron impensables beneficios, se han constituido en saberes hegemónicos, consolidados como modelos de atención a la salud, que concentran y dirigen, y a veces manipulan, la totalidad de la respuesta sanitaria.

2.- La medicina actual, mayoritariamente enclavada en una economía de mercado, es parte de una industria de la salud y enfermedad basada en el lucro y no en el derecho a la salud, y promueve nuevos ideales del cuerpo y del comportamiento, asociados a la belleza y la juventud, al éxito, la eficiencia, la autosuficiencia y  valores de proactividad que llegan hasta la ilusión de la inmortalidad.

3.- La medicalización tiene como propósito promover el hiperconsumo sanitario, excluyendo, sin acceso a la salud, a una parte importante de la humanidad. Son dos caras de un mismo proceso global. La interrelación es clara:  el 90% de la producción de medicamentos es consumida por el 10% de la población, que hace un uso banal, excesivo y abusivo de medicamentos.

4.- La medicalización de la pobreza es otro ejemplo de esa tendencia. Si bien los sectores excluidos de los países pobres constituyen una población en gran parte desprovista de cuidados sanitarios, son medicalizados en la medida en que los malestares de índole social se manejan como problemas médico-psicológicos y solo desde ahí intentan resolverse.