A raíz de un litigio contra la farmacéutica GlaxoSmithKline se hicieron públicos documentos que prueban que frecuentemente sus estudios, firmados por conocidos científicos, que no habían participado y que habían recibido cantidades importantes de dinero por su firma, y publicados en revistas médicas e incluso libros de texto, cuando realmente eran escritos por «negros» pagados por Glaxo. Como ha ocurrido, por ejemplo con los estudios sobre Paxil, un conocido antidepresivo. Noticia enviada por Manuel Rodríguez.
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